Lavarse las manos de forma regular y minuciosa es la actividad más sencilla que podemos realizar para protegernos de numerosas enfermedades e infecciones. Sin embargo, lavarse solo con agua no es suficiente para garantizar una higiene adecuada. Solo añadiendo jabón podemos eliminar la mayoría de los microbios y contaminantes de la piel.
En las tiendas se puede encontrar una gran variedad de productos con diferentes aromas y colores que nos ayudan a lavarnos las manos y hacen que sea una experiencia agradable. Sin embargo, cabe destacar que la función original del jabón era bastante diferente y su uso como elemento de higiene personal solo se ha popularizado recientemente.
Las fuentes históricas revelan que el jabón se ha utilizado durante varios miles de años , pero se desconoce su origen exacto. Según una teoría, el jabón fue inventado por los fenicios hace aproximadamente cinco mil años. Como su principal ocupación era el comercio, este invento se hizo muy popular entre la civilización de la época. Otra hipótesis propone que el jabón fue creado en la antigua Roma, y su nombre proviene del monte Sapo, donde se ofrecían animales a los dioses en sacrificio. Cuando llovía, sus restos se mezclaban con cenizas y fluían a un río cercano. Las mujeres que lavaban allí su ropa se dieron cuenta de que esto facilitaba la limpieza de la suciedad de las telas.
Los primeros jabones se producían mezclando sebo, generalmente extraído de la grasa de vaca o cordero, con ceniza derivada de plantas específicamente seleccionadas (como el ajenjo o el haya). Sin embargo, la higiene no era su propósito original. El jabón se usaba principalmente para lavar la ropa, lavar heridas y limpiar la lana. No se usó comúnmente para lavar el cuerpo hasta el siglo XIX, cuando un estilo de vida saludable y la higiene se convirtieron en una moda.
¿Qué son los jabones? Desde un punto de vista químico, los jabones son sales de metales y ácidos grasos superiores, como el ácido palmítico o esteárico, que se forman como producto de una reacción de saponificación. Las soluciones de jabón en agua pueden eliminar la suciedad, que es una mezcla de hollín, sílice, sales minerales y materia polvorienta, pegadas entre sí por las proteínas y grasas contenidas en el sudor. Esta suciedad no se puede eliminar fácilmente con métodos mecánicos, ya que se adhiere obstinadamente a la piel, la tela u otras superficies. Esta capacidad del jabón para eliminar la suciedad se debe a una propiedad que reduce la tensión superficial del agua, lo que a su vez aumenta la penetración del agua entre las fibras tejidas y afloja la suciedad.
Sin embargo, la definición moderna de jabón tiene muy poco en común con una pastilla de jabón convencional. Este término se entiende generalmente como una preparación líquida o espumosa con diferentes colores y aromas. Los ingredientes principales de estos jabones son los tensioactivos . Estas sustancias, gracias a sus propiedades formadoras de espuma , garantizan propiedades de lavado y limpieza efectivas. Otro grupo importante de ingredientes son los aditivos enriquecedores. Debido a la frecuencia del lavado de manos, los jabones deben proteger y no irritar la piel.
El grupo PCC ofrece una gama de jabones bajo la marca Roko Hygiene , que comprende preparaciones para lavarse las manos y el cuerpo. Estos jabones son de pH neutro y suaves para la piel. Todos los productos de esta gama han sido probados dermatológicamente y su alta calidad está garantizada por pruebas microbiológicas periódicas. Los jabones Roko Hygiene están enriquecidos con sustancias protectoras específicamente seleccionadas. El más básico de ellos es la glicerina , que penetra en la epidermis y conserva la humedad en sus capas más profundas, suavizando la piel. El extracto de aloe vera reduce la irritación y estimula la regeneración. La Lanolin tiene propiedades acondicionadoras y nutritivas perfectas para la piel, suavizando además la epidermis. El colágeno y la elastina tienen propiedades regenerativas, tonificantes y suavizantes. Además, los lípidos naturales de los aceites de coco y girasol protegen la piel de la pérdida de humedad por evaporación y tienen efectos calmantes.