La huella de carbono es un concepto que define cómo las personas, actividades o negocios individuales afectan la calidad de la atmósfera terrestre. Expresa la responsabilidad ecológica de un individuo o de un grupo por medio de números específicos, y permite rastrear los cambios para bien o para mal. ¿Qué podemos hacer para tener más de estos últimos?
¿Qué es la huella de carbono?
Hubo una discusión ya en la década de 1990 sobre la huella ecológica causada por los humanos y su actividad. El concepto se utilizó para definir el tamaño de la tierra necesaria para satisfacer las necesidades de una comunidad específica. También se tuvo en cuenta el consumo de agua, materias primas y tierras cultivables necesarias para la producción de alimentos. El concepto de huella de carbono apareció recién en 2004 como resultado de una campaña social de la compañía británica de combustibles BP. La idea era simple: concienciar a las personas sobre la magnitud de su impacto en el entorno natural. El gigante petrolero creó una calculadora especial para concienciar a la sociedad de que la contaminación no puede atribuirse únicamente a la industria. El concepto cayó en tierra fértil. Hoy en día, la huella de carbono es un concepto ecológico oficial reconocido por organismos internacionales. Expresa en cifras cuántos kilogramos de gases de efecto invernadero genera una determinada entidad o actividad. Por lo general, las emisiones de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y otros gases nocivos se incluyen en los cálculos. El resultado se presenta en forma del llamado CO 2 equivalente.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
Existen varios métodos para calcular la huella de carbono. Algunos son estrictamente específicos de la industria y reflejan el carácter de una determinada rama de la industria. Las dos más universales y más utilizadas son PAS 2050, desarrollada por el British Standards Institute, y la norma internacional ISO 14067:2013. En Polonia, el primero se usa con más frecuencia. Define el nivel de emisiones para productos y servicios específicos. Vale la pena darse cuenta de que calcular una huella de carbono requiere un enfoque integral. Por ejemplo, evaluar el lastre ecológico de un solo vuelo de avión tiene en cuenta no solo el combustible quemado, sino también las emisiones relacionadas con la producción y el mantenimiento de la máquina, la extracción y refinación del combustible , así como toda la infraestructura aeroportuaria. Para los productos comerciales, el cálculo incluye su ciclo de vida completo, desde la extracción de la materia prima hasta su eliminación. El análisis de la huella de carbono en la industria es realizado por empresas consultoras especializadas. Los hogares, por otro lado, pueden usar una calculadora en línea especial encargada por la ONU. Tiene en cuenta, entre otros, el consumo de energía, el nivel de reciclaje , la dieta y los medios de transporte utilizados por los miembros del hogar. 
¿Cuál es el propósito de calcular la huella de carbono?
Hay muchos factores que tienen una influencia negativa en el entorno natural, desde la contaminación de los mares y océanos hasta la erosión del suelo. Las emisiones de gases de efecto invernadero son solo una parte de la actividad humana destructiva, lo que, por supuesto, no ofrece una imagen completa de la responsabilidad y la culpa. Los ambientalistas argumentan, sin embargo, que la huella de carbono es una herramienta importante para monitorear y planificar la estrategia a escala local y global. Los gases emitidos por la quema de combustibles, la ganadería, el uso de fertilizantes artificiales y la quema de bosques no solo deterioran la calidad del aire que respiramos. Su presencia en la atmósfera también conduce al aumento de la temperatura y, por lo tanto, al cambio climático. Sus consecuencias pueden ser drásticas, incluyendo, entre otras, el aumento del nivel del mar, incendios naturales y sequías devastadoras. La huella de carbono se refiere principalmente al cambio climático. Es probable que sea uno de los mayores desafíos para las generaciones futuras. Calcular las toneladas de CO 2 liberadas a la atmósfera cada año sirve para identificar las mayores fuentes de emisión. Muchos análisis muestran que, paradójicamente, ¡los hogares pertenecen a este grupo! La sensibilización de la población sobre la huella de carbono tiene como objetivo cambiar hábitos, decisiones de compra y estilos de vida. Cada vez son más los ciudadanos que quieren contribuir activamente a la mejora del entorno natural. Saber qué procesos suponen la carga más pesada para la atmósfera puede ser un argumento y una motivación importante. El cálculo de la huella de carbono de las actividades de las empresas o la ejecución de proyectos específicos también es, cada vez más, un criterio importante en las decisiones de cofinanciación, cooperación o apoyo. Muchas empresas están ansiosas por calcular el CO 2 producido, con la esperanza de mejorar su competitividad. ¡Conceptos como la responsabilidad social y el respeto por el medio ambiente están ganando popularidad en el mundo actual! 
¿Cómo pueden las personas reducir su huella de carbono?
Con casi 8 mil millones de personas en el mundo, las elecciones prosaicas de un individuo resultan tener un gran impacto en el estado del medio ambiente natural. Reducir la huella de carbono de cada hogar podría mejorar significativamente la calidad del aire en la Tierra. Al mismo tiempo, sería realista detener al menos parte del cambio climático negativo. Las pautas básicas para reducir su huella de carbono incluyen:
- termomodernización de edificios residenciales;
- elegir dispositivos y bombillas de bajo consumo;
- apagar luces y aparatos eléctricos en desuso;
- segregar la basura y seleccionar envases reutilizables;
- ahorrar agua al bañarse, lavar los platos, etc.;
- bajar la temperatura interior al menos 1°C;
- moverse por la ciudad en bicicleta o en transporte público;
- hacer viajes más largos en tren.
Además, las decisiones dietéticas también son de gran importancia. Elegir productos locales y de temporada y disminuir la cantidad de carne en la dieta ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. También es fundamental ajustar las compras a las necesidades reales: cada año se desperdician demasiados alimentos. Reducir la huella de carbono de un individuo también significa usar ropa de segunda mano y elegir marcas textiles ecológicas. También es importante reducir el consumo de papel y utilizar hojas o cartón reciclado. En general, cuanto más tiempo se usa un producto, mejor es para el medio ambiente. El estilo de vida ecológico tiene cada vez más seguidores. Están listos para tomar decisiones un poco más difíciles y deliberadas para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero alrededor de la Tierra. Por lo tanto, las posibilidades de reducir la huella de carbono de la humanidad en la Tierra son cada vez mayores.
